sábado, 23 de abril de 2011

Un macarrón gigante en Madrid rio (III).





Mucho me han preguntado acerca de mi valoración final en comentarios anteriores acerca de la actuación en el proyecto Madrid Río. Este examen a valorar tienen muchos apartados:
Idoneidad: pues considero que una obra empezada ha de acabarse. Una obra cuya máxima era recuperar unas márgenes que no existían para la ciudad porque estaban acosadas por el tráfico rodado, no tenía sentido sólo con los túneles. Realizar actuaciones temporales me parece desperdiciar presupuestos muy necesarios para resultados finales y permanentes.
Proyecto: complicado, personal. Demuestra un sentido del paisajismo pensado para el paseo. Coincido en la importancia en el gran número de especies plantadas. o incluso con el tiempo añadiría más. En variedad y cantidad.
Ejecución: es de los apartados más destacables. Todo proyecto necesita una ejecución a su altura y en este caso los remates realizados, el mimo con el que se han plantado los árboles (distancia entre sí, inclinaciones, agrupamientos...) me parece premiable y su labor ha de estar recompensada con más encargos.
Objeciones: el tiempo determinará los aspectos a retocar. Mis desacuerdos apuntados en anteriores referencias al proyecto constatan mi punto de vista. El tiempo decidirá si he acertado.

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