Inquietantes. Siempre me han resultado así.
Esta modalidad de "retrato", tan cultivada por los romanos en sus monumentos, y que en diversas etapas de la historia ha resurgido con fuerza, está presente en este patio segoviano. Encima de cada columna, aparecen las imágenes de estos personajes. No se mencionan sus nombres, su estado de conservación es desigual (lo que delata diferentes épocas), pero su presencia asombra.
Para muchos seguro que solo son otro detalle decorativo, aunque estoy seguro que sus autores se sintieron muy orgullosos de que su imagen apareciera en tan singular recinto. Se podría decir que es igual al estado de ánimo que los personajes que pueblan nuestras publicaciones actuales sienten al ver su rostro aparecer en ellas. Y al igual que entonces su "importancia" se olvida con suma facilidad y no deja de ser otro rostro más entre un montón.
Completo esta singular galería con la cara "restaurada" de una esfinge situada en la plaza (S. Martín) delante del torreón.
No dudes en ampliar la imagen y ver con detalle los estragos que le ha hecho el paso del tiempo. Y me imagino que el vandalismo, las guerras, la incultura (que es lo mismo)...
Pedazos de una obra unidos con mayor o menor acierto, en los que su atracción (sobre todo en una fotografía descontestualizada como esta) reside tanto en las partes como en su unión.
Si la miras con detenimiento esta si que es inquietante.
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