viernes, 26 de noviembre de 2010

Escalera


Diseñar una escalera es casi siempre montar un rompecabezas. Lo determinan el estilo en el que se desarrolla, el espacio que ocupa y materiales a usar. A partir de aquí mi premisa fundamental es hacerla cómoda. En este caso, un ambiente clásico condicionaba la elección de material: mármol. El espacio era muy complicado: poco desarrollo (por eso el descansillo partido en escalones triangulares, problemas con la altura...) y sobre todo se quería algo práctico. El resultado, como se ve en la foto, tiene como eje una columna. Un cubo de mármol pensado y despiezado para que encajaran sobre el los vértices de los escalones (cuestión estética) y así evitar de paso huecos en los que se acumule la suciedad. Se encaja una cabeza de bronce que poseía la propiedad y de paso se evita un poco de frialdad al conjunto.

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