domingo, 20 de marzo de 2011

Embalse de Sacedón (II).





Segunda entrega de fotografías relativas al embalse de Sacedón.
El paraje donde se levanta la estructura propiamente dicha es un espectacular desfiladero. La carretera de acceso serpentea por uno de sus costados. Numerosos balcones proporcionan agradables vistas aunque el más espectacular es una antigua construcción (creo que un merendero-bar) a la altura del embalse. Su acceso se sitúa justo después de cruzar la cresta del pantano a la derecha, antes de entrar en un túnel por el que se continúa camino hasta Sacedón.
Su estado de conservación no es el más adecuado, pero creo que ahí reside un poco también su encanto. Si tienes suerte y lo disfrutas en soledad descubrirás en su planta baja un balcón volado desde el que se observa, a una altura de vértigo, la central hidroeléctrica al fondo del pantano.
Por unas escaleras de caracol se accede a la terraza superior. Sus vistas por sí solas justifican el viaje, y me hacen imaginar el gentío curioso que visitaría el lugar, hace muchos años, para asombrarse con la dimensión de esta estructura.
A pesar de los avances tecnológicos, de saber que los hay mucho más grandes, sigue asombrando y sin entrar en cuestiones de su acierto ecológico o no, crea un mar interior que después de unos años tan lluviosos su contemplación es un bálsamo de relax.

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