martes, 1 de febrero de 2011

Detalles sobre rojo en el aseo.





Hace una semana comencé a hablar sobre un aseo. La primera mención trató sobre unas fotografías propias y su ubicación. La segunda sobre la distribución, materiales... Ahora termino mostrando unos detalles más cercanos, imágenes que intentan reproducir aquello en lo que nos fijamos, cuando en soledad, utilizamos este espacio.
En primer lugar, una imagen general para poder entender la localización de los detalles. Luego, imágenes en las que los objetos, o parte de ellos, arrancan la curiosidad del espectador sobre un telón de fondo rojo.
Apreciamos una silueta del marco retorcido del espejo. Su reflejo imperfecto es fruto del paso del tiempo. El reverso en plata no ha aguantado las humedades o cambios de temperatura a los que este mueble ha estado expuesto en su larga existencia. No me importa. Más aún, añade una autenticidad propia de los objetos con vida, con alma.
Luego vemos el perfil de la acumulación de unas muestras de frascos de colonia, que sobre conchas anacaradas, son expuestos a modo de colección desenfadada.
Y la última imagen corresponde a una jabonera en porcelana reconvertida en expositor de granadas naturales en miniatura. Parece una adoradora de frutos, arrodillada ante su ofrenda. El contraste entre el brillo de la porcelana, la textura áspera y mate de los frutos secos y el profundo fondo color sangre me parecen una acertada combinación de estímulos visuales.

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