Tercera entrega de fotografías referentes a la celebración del... cumpleaños de Alejandro. Una fecha significativa en la que se puso mucha ilusión y esfuerzo para que resultara de lo más agradable.
En esta ocasión muestro cuatro vistas de la gran mesa que se preparó para la ocasión. Flores y más flores, es la impresión que a primera vista se percibe. Una alegría en el color que se trasmitió a los asistentes. Un aire fresco y natural que se impregnó en el ambiente y que relajó los sentidos dispuestos a entregarse a un disfrute tanto visual como gustativo.
El calor de unas velas, el olor de unas rosas... todo contribuye a propiciar un encuentro relajado y distendido. Es curioso como los niños, ante esta situación, perciben la importancia del momento, calman sus nervios y se intentan comportar a la manera de los "mayores".
Curioso es también que, a poco interés que se tenga por investigar en el pasado, en todas las celebraciones casi se repiten las mismas pautas: un entorno cotidiano o inusual "engalanado" de manera extraordinaria (flores, telas...); colocación significativa de los elementos a utilizar y una cuidada selección de los mismos.
Por mucho que pase el tiempo, no cambiamos tanto como creemos.
Me ha parecido una vajilla especial por la greca parece una vajilla antigua fabricada en limoges.
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