sábado, 11 de diciembre de 2010

Travertino oro.





Cuatro imágenes que muestran la utilización que he realizado del mármol en un baño. En la cabecera del lavabo, en lugar de un espejo (la pared de enfrente está ocupada por uno de techo a suelo) se colocó esta placa de travertino oro. Funciona como una prolongación del suelo, del mismo material, consiguiendo continuidad, más espacio y un efecto de reflejos muy curioso. Casi es otro espejo.
Un mascarón como único protagonista de una pared desnuda, añade un toque de seriedad a esta superficie surcada de grietas. Unas grietas que podemos ver porque están rellenas de un compuesto trasparente que las hacen muy atractivas, un poco inquietantes, a la vez que prácticas (siempre hay que pensar en la limpieza, no olvidemos que es un baño).

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