En un rincón de los inmensos (y agotadores) jardines de Versalles, cerca de París, se esconde este "capricho": una relajada mini ciudad en donde la etiqueta no seguía las rígidas normas de protocolo.
Una válvula de escape que la controvertida reina mandó construir para escapar de la corte y jugar a ser pobre... sin serlo ¿no os suena a tendencia en alguna gran casa de moda actual?.
Un encantador pueblecito que haría las delicias de Disney (dudo que no lo conociera...) en donde el lujo (las vaquerías olían a perfume de jazmín y se pisaban suelos de mármol cuidadosamente envejecidos) se camuflaba con un estudiado estilo antique (y ahora nos creemos modernos...).
Pero más allá de sus orígenes, resulta ser un acogedor y sorprendente recinto. Pintoresco y mutilado (muchas de sus construcciones no han perdurado) hoy en día carece de un elemento esencial: su teatro, actores y figurantes que den vida a este decorado.
Cada uno de sus detalles conservados muestran el trabajo de muchos artesanos, su conjunto hace que estalle la imaginación de cada uno. Crear nuestra propia historia de lo que nos gustaría que se desarrollase allí.
Si algún día lo visitas, para llegar, no olvides alquilar en la entrada de los jardines un cochecito de "golf" o casi morirás en el intento.
Ya me contarás las risas del"viaje"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario