¿Nervios? Bueno... unas fotos los resumen todo.
Las lámparas sobre las mesas, espejos por colgar, cornisas a punto de terminar... pero ya se empezaban a ver resultados.
La ilusión de ver los efectos conseguidos por la iluminación que hasta entonces sólo podía intuir en mi imaginación, me animada a continuar. Distribuir los artículos en determinadas zonas, recoger, montar estanterías, desempaquetar... casi todo estaba a punto.
Es una sensación que me encanta compartir con los demás y que, más o menos, se repite cada vez que ayudo a alguien a realizar sus ideas, sus sueños.
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