Esta es la magia de un país en donde el arte y la cultura brota allí donde mires. Un antiguo convento convertido en universidad. ¿Intervenciones? Las justas. Una escultura moderna en medio de un claustro, unas simples telas blancas colgadas de los tirantes entre los arcos, luz natural, aire fresco... La magia está servida.
Detrás de las puertas observas prácticas y modernas instalaciones, envidia de otros centros. Unas actuaciones que no modifican nada el entorno en el que se desarrollan y que muestran un gran respeto hacia una construcción tal y como nos ha llegado hoy en día. Todo envuelto en un aire "vintage" muy actual.
Antiguos restos de pinturas, suelos desnivelados, restos de anuncios pegados de manera informal en las puertas... revelan un espacio vivo, desenfadado, impregnado de arte y estética sin aditivos.
En esta localización conseguí unas diferentes y divertidas fotografías personales que, por privacidad, no muestro. Evocadores recuerdos de instantes únicos, sensaciones que nunca se olvidan fruto de la curiosidad y de la generosidad con la que Italia desvela sus secretos.
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